FILADELFIA, Estados Unidos.- Kamala Harris y su recién elegido compañero de fórmula, Tim Walz, se presentaron en su primer mitin conjunto en Filadelfia (estado de Pensilvania), a solo tres meses de las elecciones presidenciales.

La candidata demócrata y el que se convertiría en su vicepresidente en caso de victoria en las votaciones del 5 de noviembre tienen poco tiempo para convencer a los electores.

Harris, actual vicepresidenta, dijo el lunes en la red social X que está “orgullosa” de haber elegido al gobernador de Minnesota para tratar de conseguir las llaves de la Casa Blanca ante su rival republicano, el exmandatario Donald Trump.

Procedente del Medio Oeste, este antiguo profesor y entrenador de fútbol americano de 60 años es poco conocido fuera de las fronteras de su estado, pero lo consideran capaz de ayudar a conquistar el voto de los indecisos.

“Como gobernador, entrenador, profesor y ex militar”, Walz “ha defendido los intereses de las familias de trabajadores como la suya”, añadió Harris. “Es el honor de mi vida”, respondió Walz, que prometió “darlo todo”.

Pensilvania, en el noreste del país, uno de los estados que llevó a Joe Biden a la Casa Blanca en 2020, será de nuevo determinante para una victoria republicana como demócrata. Este acto es el primero de una gira por varios estados clave, que servirá para que el electorado perciba su química.

Trayectoria atípica

Harris, que en caso de victoria se convertiría en la primera mujer negra y de origen surasiático en ocupar la presidencia de Estados Unidos, eligió como se esperaba a un hombre blanco para formar con ella el tándem demócrata.

Ex militar de la Guardia Nacional con un recorrido atípico, Walz procede del mundo rural, a diferencia de la vicepresidenta, con lo que aporta al perfil de “clase trabajadora”.

Aunque con fama de moderado, el gobernador ha adoptado medidas consideradas progresistas, como la legalización del cannabis para uso recreativo, las restricciones para la compra de armas, pese a que se declara cazador, o la ampliación de la protección federal para los trabajadores.

El presidente Biden, que dio un giro a la campaña al renunciar a la reelección a mediados de julio a favor de su vicepresidenta, aprobó la elección de Walz.

“Serán una voz poderosa para los trabajadores y la clase media”, dijo Biden.

El equipo de campaña de Donald Trump inmediatamente calificó a Walz de “peligroso izquierdista extremista”.

“El balance de Tim Walz es una broma”, dijo, el compañero de fórmula del magnate, J.D. Vance. El senador republicano de 40 años, de Ohio, otro estado industrial del Medio Oeste, hará campaña en próximos días en los mismos estados que los aspirantes demócratas, para llevar la palabra del trumpismo, que actualmente enfrenta rechazos incluso entre los republicanos.

Impulso que mantener

Harris, de 59 años, solo tuvo dos semanas para elegir a su compañero de fórmula, un proceso que suele durar meses, después de que Biden, de 81, sucumbiera el pasado 21 de julio a la campaña de presión, sobre todo de sus correligionarios, a causa de su edad y capacidades físicas.

Tras su entrada en la pelea, Harris ha recuperado terreno frente a Trump en las intenciones de voto y se han disparado las donaciones para su campaña. Pero tiene que mantener el impulso hasta noviembre.

La dupla Harris-Walz será oficialmente nominada durante la convención demócrata en Chicago, que arranca el 19 de agosto.

Elecciones en EEUU: Kamala Harris consiguió los votos para ser la candidata de los demócratas

Tras la cumbre partidista republicana de mediados de julio, Trump, que resultó herido en un intento de asesinato unos días antes, salió de la cita como amo absoluto de los republicanos. Desde entonces, trata de contrarrestar los vientos a favor de su rival.

Los ataques del ex presidente a Harris se centran sobre todo en la gestión de los demócratas de la inmigración. También la ha llegado a acusar de “hacerse negra” por cálculo político.

Hija de padre jamaicano y madre india, la campaña de Harris se centra en las libertades, en particular en la protección del derecho al aborto. Y formula al electorado una pregunta: “¿En que país queremos vivir? Un país de libertad, empatía, de estado de derecho, o un país de caos, miedo y odio?” En noviembre tendrán que dar la respuesta.